miércoles, 17 de noviembre de 2010

LEPTOSPIROSIS





leptospirosis
Qué es la leptospirosis?

Esta es una enfermedad infecciosa la cual es causada por un tipo específico de bacteria llamada “spirochete”. La leptospirosis puede ser transmitida por el contacto de muchos animales entre los cuales se encuentran las ratas, mofetas, zarigüeyas, mapaches, zorros, aves, y otros bichos o sabandijas. Igualmente, se transmite a través del contacto con aguas infectadas, tierra, basura, contacto con la suciedad, y el estiércol.
En el caso de la tierra y el agua, la enfermedad se transmite mediante el consumo del líquido infectado o por medio del consumo de alimentos, extraídos de la tierra, que ha sido igualmente contaminada por el paso de animales enfermos.
La enfermedad puede entrar en el cuerpo por medio de las membranas mucosas (ojos, nariz, la boca) y por medio de las rupturas y/o laceraciones en la piel que tengan contacto con el agua y/o basura contaminadas.
La leptospirosis es una enfermedad mundial, pero se adquiere comúnmente en los países tropicales. Por ejemplo, en los Estados Unidos, el Centro de Prevención y Control de Enfermedades, mejor conocido por sus siglas en ingles como CDC, dice que aproximadamente unos 100 a 200 casos de leptospirosis se reportan cada año en los Estados Unidos, de los cuales un 50% de estos ocurren en Hawai
¿Cuáles son los síntomas de la leptospirosis?
Los síntomas pueden comenzar entre dos y 25 días después del contacto directo con la orina o tejidos de animales infectados, lo cual ocurre también con la tierra y el agua como se explicó anteriormente. Por ejemplo, los veterinarios, dueños de mascotas, trabajadores de la plomería, granjeros, están en un alto riesgo de contraer esta enfermedad.
La enfermedad típicamente progresa en el cuerpo en dos fases:

La primera fase se caracteriza por síntomas de fiebre sin alguna razón específica y la cual incluye dolores de cabeza, dolores musculares, dolor en los ojos acompañado de “luces brillantes”, seguido de escalofríos y fiebre y un color rojizo en los ojos. Sin embargo, los síntomas mejoran después de cinco a nueve días.
La segunda fase comienza después que el paciente tiene algunos días sintiéndose bien. Es luego cuando los síntomas iniciales recurren, pero con más fiebre y endurecimiento del cuello, algo conocido en el argot popular como “Tengo el cuello duro o tieso”.
Algunos pacientes desarrollan una inflamación seria de los nervios de los ojos, el cerebro, y entre otros nervios se afecta la columna vertebral (meningitis). Otro de los síntomas en la segunda fase consiste en el dolor de la parte superior del abdomen, y los síntomas menos comunes se relacionan a la enfermedad del hígado, los pulmones, los riñones, y el corazón.
A propósito, la leptospirosis asociada con el hígado y enfermedad de los riñones se le conoce como el síndrome de Weil y se caracteriza por un color amarillo en los ojos. Los pacientes con el síndrome de Weil desarrollan un estado mucho más serio con todos los órganos que se afectan con esta enfermedad
¿Cómo se diagnostica la leptospirosis?
El diagnóstico de esta enfermedad se hace mediante el cultivo del organismo de la bacteria llamada Leptospira, la cual es extraída de la sangre infectada, fluidos de la columna vertebral, o la orina. Sin embargo, muchos especialistas optan por elevar los niveles de los anticuerpos de la Leptospira en la sangre para hacer un diagnóstico, ya que la técnica requerida para llevar a cabo el cultivo es muy delicada y difícil.
¿Cuál es el tratamiento de la leptospirosis?
Este tratamiento conlleva alta dosis de antibióticos. El tratamiento de antibióticos como la penicilina tiene mejor efectividad si se aplica en el principio del curso de la enfermedad. Los pacientes que están severamente enfermos necesitan ser hospitalizados para que reciban los fluidos intravenosos correspondientes y un tratamiento de antibiótico supervisado por profesionales.
Las manifestaciones severas de la infección en los riñones y el hígado requieren entonces de un tratamiento médico intenso y en muchos casos requiere del tratamiento de diálisis.
Es importante documentar en este artículo que aún en los casos severos de la enfermedad, en pacientes que no presentan otras condiciones médicas, las funciones tanto del hígado como de los riñones retornan a su normalidad después de que el paciente se recupera de la enfermedad.
El índice de mortalidad entre los pacientes que son afectados severamente por la leptospirosis oscila entre 5%-40%, dependiendo de cuan afectado esté el organismo, además del estado de salud general del paciente antes de haber sido infectado. Los pacientes que gocen de un estado de salud fuerte, pues obviamente tendrán una recuperación completa.
La vacuna contra la leptospirosis está disponible en Europa y el Asia. La misma debe ser aplicada cada año. Las personas que podrían estar expuestas a la enfermedad tienen que tomar unos 200 mg de doxycyline por semana y dicho tratamiento debe ser aplicado antes y durante el tiempo de exposición a las áreas que presenten una posibilidad potencial de contagio.
¿Cómo se previene la leptospirosis?
Los riesgos de infectarse con la enfermedad se pueden reducir en gran medida si se evita el contacto con agua contaminada, no se recomienda nadar en ríos donde ha habido desechos de animales, ya que la orina de estos tarda en diluirse, las mascotas domésticas tienen que ser examinadas por veterinarios y determinar si estas están en riesgo, los técnicos y profesionales de Salud Pública, por la necesidad de hacer su trabajo, tienen que usar ropas y calzados de protección antes de entrar en contacto con personas o animales infectados con la enfermedad, se recomienda lavarse las manos con jabón varias veces al día, y mantener un nivel de higiene más supervisado especialmente en los lugares donde se han descubierto brotes epidémicos.

Leptospirosis bovina

La leptospirosis es una enfermedad causada por la bacteria Leptospira spp y puede afectar a los animales domésticos, salvajes y al hombre (enfermedad zoonótica). En el ganado vacuno, se manifiesta con nefritis intersticial, anemia, mastitis y el aborto en la mayoría de las especies del género.
Los animales portadores, sanos o enfermos, eliminan la leptospiras por medio de la orina y contaminan el suelo, pasturas, agua y granos. Esta eliminación del microorganismo se produce 2 ó 3 semanas después de la infección y dura desde semanas hasta más de dos años, con la posibilidad de que se presente en forma intermitente.

AMBIENTE
Existe una estrecha relación entre las condiciones ambientales y la sobrevida que tiene la Leptospira patógena una vez que es expulsada por el animal portador. Favorecen su sobrevida condiciones de humedad, suelos neutros y temperatura de 25 grados centígrados. Disminuye en cambio, las posibilidades de vida, por la acción solar directa, desecación, salinidad y altas temperaturas.

TRANSMISIÓN
Puede realizarse por contacto directo, manejando animales enfermos o sus órganos en el matadero. A través de la orina por el hábito de olfatear de los animales, por la diseminación venérea, o a través de la placenta, infectando al feto en el útero. La ingestión de carne de animales enfermos en su fase de leptospiremia es una vía de transmisión muy importante.

INFECCIÓN
Estos microorganismos penetran muy fácilmente la mucosa, también invaden a través de la piel, especialmente si está dañado o macerado, por permanencia prolongada en el agua, suelos húmedos o anegadizos, llegando a la circulación sanguínea. La invasión resulta en leptospiremia, es decir, multiplicación de los gérmenes en sangre, hasta la aparición de las defensas específicas que destruyen las leptospiras de la sangre, quedando las que alcanzan a refugiarse en los riñones. Allí se anidan, produciendo su acción patógena y también van escapando a la orina (leptospiuria), de allí que esta sea la fuente de diseminación y también de muestra para su diagnóstico.

SÍNTOMAS
En bovinos la enfermedad se manifiesta con fiebre, depresión y falta de apetito, los terneros que logran superar la enfermedad en el útero, nacen débiles y fácilmente desencadenan el cuadro agudo de la enfermedad, presentando ictericia, coloración amarilla de la mucosa y visible en tejidos sin pigmentar la hemoglobinuria, orina de color rojo vinoso como consecuencia de una severa destrucción de glóbulos rojos.
También se observan trastornos reproductivos en bovinos expuestos a la infección ocasionando abortos que aparecen en forma esporádica o de tormentas. El aborto que también se puede observar como único síntoma puede hacerse presente en cursos crónicos junto a retención placentaria y dificultades en la concepción.
Si la infección toma lugar en la segunda mitad de la preñez donde la leptospira penetra fácilmente en la placenta produciéndose la leptospiremia del feto, multiplicación del agente en la sangre, que puede morir y ser expulsado dentro de las 24 a 48 horas después de muerto. Una vez expulsado el feto, se lo puede observar en avanzado estado de autodestrucción, con los tejidos uniformemente pigmentados de color rojo vinoso y acumulación de líquidos, siendo muy difícil caracterizar las lesiones y practicar diagnósticos de laboratorio.
Puede ocurrir que el feto se recupere de su infección intrauterina gracias a la producción de sus propias defensas y que su gestación llega al término. En bovinos lecheros el ataque de esta enfermedad se caracteriza por una marcada disminución de la producción láctea, fiebre y pérdidas de apetito. En los terneros de tambo se observa una alta mortalidad, lo que ocurre desde el momento del nacimiento hasta los dos meses de vida.

DIAGNOSTICO
Dado que las manifestaciones clínicas son diversas en los diferentes huéspedes, el diagnóstico es una de las etapas en las que se busca lograr métodos más sensibles y específicos. Existen diferentes métodos de diagnósticos que deben ser utilizados de acuerdo a las distintas fases de la enfermedad y de esa forma aumentar las posibilidades de la confirmación de la infección leptospiral.
En el estado primario de 4 a 5 días, las leptospiras circulantes en el torrente sanguíneo invaden los órganos internos, bazos, riñón e hígado. Si se obtiene en esta fase muestras de sangre, es posible que estas leptospiras sean cultivadas artificialmente y multiplicadas, inoculando animales de laboratorio para seguir luego posteriores estudios. La segunda fase, que es la formación de las defensas y en la que se presentan los efectos patógenos del agresor sobre los tejidos, se obtiene sangre para detectar cuantitativamente y cualitativamente los anticuerpos. Este examen serológico es de gran valor, ya que permite un diagnóstico retrospectivo de la infección pasada.

CONTROL
Los efectos terapéuticos curativos se logran fácilmente utilizando antibióticos, especialmente penicilina, estreptomicina o tetraciclinas en dosis adecuadas y durante la fase de infección. Como medida preventiva, la aplicación de vacunas ofrece protección a poblaciones expuestas a la infección. Esta protección tiene un año de duración, por lo que, en esta área de infección endémica, la vacunación debe realizarse anualmente.
No obstante las medidas terapéuticas y de control, una vez instalada la enfermedad en los animales, deben encararse, en primera instancia, programas de control dirigidos a reducir el estado de portador, destruyendo roedores en área de criaderos, cabañas, tambos, desinfectando instalaciones y tratando los animales enfermos.

Producida por Leptospira Canicola y Leptospira Hicterohemorragiae
La Leptospirosis canina conocida también como Tifus del perro, se conoce con este nombre al conjunto de zoonosis de curso agudo y febril, que presenta signos de alteración hepática y renal.

Los agentes etiológicos de la Leptospirosis canina, es decir microorganismos causantes de la enfermedad, pertenecen al género Leptospira. Si bien hay una sola especie causante de la enfermedad L'Interrogansl, hay numerosos serotipos diferentes de Leptospira, siendo los que más comúnmente afectan al perro: Leptospira Canicola y Leptospira Hicterohemorragiae.

La distribución de la Leptospira es mundial, los animales susceptibles a ellos son la mayoría de los mamíferos domésticos y salvajes, el hombre y los animales de sangre fría.

La principal vía de contagio de la Leptospirosis canina está dada por el agua contaminada con orina de animales enfermos.

La Leptospira penetra en su nuevo huésped a través de la mucosa nasal, bucal, conjuntiva o de la piel herida.

La mayor prevalencia de la Leptospirosis se da en meses de alta temperatura y hay mayor frecuencia en los machos debido posiblemente a sus hábitos de olfateo y lamido de orina.


Patogenia de la Leptospirosis canina:


1- Entrada del agente al organismo animal

2- Distribución en el torrente sanguíneo

3- Respuesta inmune del paciente

4- Muerte del agente con liberación de toxinas (Fase tóxica)


Las Leptospiras que evaden dicha respuesta inmune, se depositan principalmente en riñones e hígado produciendo ruptura de glóbulos rojos ocasionando la característica coloración amarillenta de las mucosas.


Sintomatología de la Leptospirosis canina:

Se puede observar un curso agudo y uno crónico de la Leptospirosis canina, pero la mayoría de las veces la enfermedad es subclínica (sin signos clínicos visibles).

En el curso agudo de la Leptospirosis canina, al comienzo hay una fuerte hipertermia, anorexia, vómitos y diarrea con sangre en ocasiones.

La orina suele ser oscura. Puede haber dolor renal a palpación del perro acompañado de la posición característica de encorvamiento del lomo hacia arriba (xifosis) debido al dolor. Luego pueden sumarse los signos de desorden renal con ulceraciones en la mucosa bucal y alimento ruinoso. Este curso agudo no se extiende mas de diez días y la mortalidad es del 70% al 90%.

La Leptospirosis crónica presenta signos inespecíficos con deterioro general del paciente. Suele durar unas 3 a 4 semanas y culmina con la muerte del perro.


Diagnostico de la Leptospirosis canina:

Clínicamente se evalúan los síntomas antes descriptos y ante la sospecha de esta enfermedad debe realizarse una evaluación de la orina, donde seguramente se encontrará una elevación de proteínas y hemoglobina.

Para confirmar el diagnóstico deben realizarse ensayos serológicos para determinar mediante el suero del paciente la presencia de anticuerpos a estos agentes. También puede observarse la Leptospira a través del microscopio en muestras de orina del paciente.

En la mayoría de los casos arribar al diagnóstico certero de la Leptospirosis canina puede ser un gran desafío, debido a la diversidad de síntomas que presenta la enfermedad, que son compartidas con otras patologías.


Pronostico de la Leptospirosis canina:

Es reservado, debido al daño renal y hepático. Como en cualquier enfermedad cuanto más rápido se comience con el tratamiento, mayor será la posibilidad de supervivencia.

Tratamiento de la Leptospirosis canina:

Consiste en la combinación de antibióticos (Penicilina - estreptomicina). Conjuntamente al tratamiento antibiótico debe realizarse un tratamiento de reversión de síntomas, sumado a una dieta baja en proteínas y alta en nivel calórico.

Prevención y profilaxis de la Leptospirosis canina:

Primeramente deben desinfectarse los sitios que fueron contaminados con la orina del perro enfermo y deben eliminarse roedores que puedan acceder al agua de bebida.

Las vacunas contra la Leptospirosis consisten en bacterias Leptospira Caricola e Icterhemorragie. Su empleo es altamente discutido, debido a su limitación de serotipos del agente (No puede cubrir todos los tipos de agentes causales).

Además la formación de anticuerpos que producen la Leptospira  influirían en los resultados serológicos antes mencionados (Anticuerpos por enfermedad o por vacunación?)

Si se decide realizar la vacunación, esta debe reforzarse cada seis meses y no anualmente como se realiza en muchísimos casos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario