martes, 16 de noviembre de 2010

MASTITIS





MASTITIS


La mastitis es la infeccion de la glándula mamaria, casi siempre debido a la infección por microorganismos patógenos. Es una enfermedad de gran importancia económica en los rebaños bovinos, puede presentarse de distintas maneras dependiendo del agente causal.
Ocacionada por Streptococcus agalactiae, esta bacteria entra a la glándula mamaria a través de la abertura de la tetilla y reside en la leche y en los canales lácteos. Necesita de la glándula mamaria por obliogación para su supervivencia y por tal motivo es fácil erradicarla de los rebaños lecheros.
Se transmite durante el ordeño de una vaca a otra por tal motivo es recomendable ordeñar de ultimo a las vacas infectadas.
Reponde favorablemente al tratamiento con penicilina, clortetraciclina, oxitetraciclina y cefalosporina.
Ocacionada por Staphylococcus aureus, capaz de causar mastitis agudas y crónicas, se contagia facilmente durante el ordeño y reponde mal al tratamiento con antibioticos. Sin embargo, es recomendable aplicar tratamientos en base a preparacioones de penicilina con estreptomicina, cefalosporina, novomicina o cloxacilina benzatinica, durante el periodo seco del animal.
Para mejores resultados se recomienda el aislamiento y cultivo de la bacteria y el tratamiento intramamario con los antibioticos recomendados.
  • Mastitis coliforme:
Escherichia coli, Enterobacter aerogenes y Klebsiella. Estas especies se multiplican rapidamente en los cuartos de la ubre, pueden ocacionar mastitis gangrenosa y en algunos casos la muerte, se presenta fiebre, cesa la secreción láctea, hay anorexia, depresión y  perdida de peso.
Se recomienda en este caso el tratamiento sistémico con sulfametazina o combinación de antibioticos como penicilina y estreptomicina, oxitetraciclina o ampicilina. Aplicar tratamiento local, intramamario,  vaciado frecuente de la tetilla.
  • Mastitis por Pseudomona aeruginosa:
Infeccion persistente ocacionada por Pseudomona aeruginosa, bacteria que se encuentra facilmente en suelos y agua de granjas lecheras, se controla rapidamente con solo incremetar la higiene durante las practicas de ordeño, puede desarrollarse mastitis subclinica o mastitis peraguda severa con alto índice de mortalidad.
El patógeno es sensible a la estreptomicina, neomicina y carbenicilina.
  • Mastitis por Corynebacterium pyogenes:
Se observa comunmente en los procesos supurantes como invasor secundario, la inflamación produce un exudado profuso, purulento y de mal olor. Las vacas son tratadas al secarse pero generalmente se pierden los cuartos infectados.

El periodo de secado es un momento muy idóneo para el tratamiento y prevención de las infecciones intramamarias
 en las hembras lecheras, sobre todo en aquellos casos en los que la enfermedad se manifiesta de forma subclínica.
Las hembras lecheras deben secarse por lo menos dos meses antes de la siguiente gestación, esto permite que el nuevo parto se afronte con el máximo de los nutrientes acumulados, un calostro de buena calidad para los cabritos y evita una descalcificación ósea inevitable por el mantenimiento de la producción lechera y el crecimiento de los cabritos dentro del útero. Todos estos factores afectarán a la vida productiva de la hembra en cuanto a la cantidad y a la calidad de su producción.
La ubre es el centro de producción lechera y por lo tanto se debe cuidar al extremo sobre todo en aquellas explotaciones intensivas donde la eficacia reside en una mama que sea capaz de producir toda la leche que sea posible. Las infecciones subclínicas merman en gran medida la capacidad productiva del animal por dos motivos fundamentales:
·         Obligan al animal a una lucha continua para mantener su salud con el consiguiente desgaste que esto implica
·         Afectan al tejido mamario impidiéndole funcionar a pleno rendimiento
Si a esto se añade en el caso de los ganaderos cuya leche se paga por calidad, se aumentan considerablemente los conteos celulares, y por lo tanto nos encontramos ante una situación de alerta sanitaria y económica clara.
¿Qué se puede hacer? 
Una infección mamaria se puede y se debe prevenir por medio de mecanismos que se hayan muy detalladamente
 explicados en  el artículo editado anteriormente
Lo que es importante es insistir en el periodo de secado como una oportunidad que se ha de utilizar para mejorar o incluso curar un rebaño. ¿Qué se puede esperar del tratamiento con antibióticos durante el secado?
Un estudio realizado en Francia con 230 cabras lecheras de alta producción de 5 ganaderías diferentes ha demostrado en condiciones de campo que el tratamiento en el secado es eficaz porque:
·         En las hembras tratadas se registró un 93,5 % de curaciones frente a un 30% en el caso de las no tratadas. 
·         Disminución en un 50 % las hembras que se infectan en el principio de la lactación.
·         Disminución del conteo celular en 320.000 células/ml en los lotes tratados frente a los no tratados.
Los gérmenes aislados de las ubres afectadas en el momento del secado fueros en un 80% Stafilococos coagulasa negativos (de los cuales el 70% pertenecían a alguna de estas especies S. epidermis, S. Caprae y S. cromogenes ). Estos gérmenes son considerados levemente patógenos produciendo a nivel clínico una ligera inflamación de la mama y su tratamiento no suele ser muy frecuente. Cuando se aplica el tratamiento de secado se puede conseguir que la ubre afectada se cure y además se disminuye significativamente la aparición de nuevas infecciones al comienzo de la lactación.
El concepto de tratamiento de secado consiste en aplicar un antibiótico a una hembra generalmente por vía intramamamria y dejarlo que actúe durante por lo menos un mes. La leche no se debe de utilizar hasta después de cuatro a siete días post parto para asegurarse de que no aparezcan residuos que dificulten la elaboración del queso.
La leche se define como el producto del ordeñe ininterrumpido de la hembra mamífera. Es una secreción nutritiva de color blanquecino, producida por las glándulas mamarias de las hembras de los mamíferos y es la capacidad que lo define como tal. Sin embargo, en el caso de los bovinos, para obtener una leche de calidad, el proceso empieza con una buena alimentación, sigue con la salud animal y termina con la obtención de un producto de calidad.



La leche es nada más y nada menos que un filtrado de la sangre de la hembra, la cual al hacer su paso por la glándula mamaria, adquiere diversos factores que la hacen uno de los alimentos más completos que se conozcan. Debido a esto, el estado nutricional y sanitario de la hembra mamífera en lactancia, es de suma importancia, ya que de estos ítems dependerá la calidad alimentaria de su producto.
El proceso de producción de la leche implica la implementación de técnicas agronómicas algo lejanas a la naturaleza salvaje de nuestros bovinos. La domesticación ha llevado a la obtención de líneas genéticas adaptadas a estos patrones de producción, obteniéndose animales de muy alta producción y de no menor calidad.
No obstante; el confinamiento, las técnicas de ordeñe tanto manual o mecánica, las variaciones alimenticias y demás, han dejado al sistema inmunológico del animal algo rezagado en cuanto a las exigencias del mismo. Prueba de ello es el anormalmente elevado nivel de aparición de mastitis (inflamación de la glándula mamaria) tanto clínicas como subclínicas. Solo por dar un ejemplo, la contaminación ambiental que se produce en las instalaciones dedicadas al ordeñe, lleva a la aparición de infecciones y posterior aparición de mastitis, ya que los elevados niveles de microorganismos presentes en el ambiente no pierden oportunidad de colonizar la glándula mamaria, vía conducto del pezón, apareciendo lo que se llama mastitis ascendentes. El largo tiempo que las vacas se encuentran juntas en un corral de encierre en un espacio físico acotado, lleva a una exposición no recomendable a los agentes infecciosos, pudiéndose presentar contagios masivos de enfermedades principalmente respiratorias y digestivas, de origen tanto bacteriano o viral.

CONTROL DE LA MASTITIS
Con el paso del tiempo, las empresas dedicadas a la salud animal han ido desarrollando diferentes fármacos con reconocida eficacia contra los diversos agentes patógenos, asegurando de esta manera la inocuidad de los productos alimenticios de origen animal ofrecidos en el mercado. Sin embargo, los seres vivos no son maquinas perfectas ni estáticas, variando la respuesta de los mismos a los medicamentos en ellos utilizados.
En líneas generales, las drogas incluidas en los medicamentos, poseen lo que se llama “periodo de retirada” que es el tiempo que transcurre entre la inoculación de una droga en animal, hasta que sus niveles son prácticamente indetectables o que no conllevan riesgo alguno para la salud alimenticia. Organismos internacionales de control, han establecido diferentes parámetros de medición y tablas estandarizadas en las cuales se establecen los “limites máximos de residuos” tolerables para la salud humana, los cuales deberán ser respetados en un todo por la totalidad de los actores de la cadena de producción de alimentos.
Aquí se plantea una gran pregunta, ¿Qué hace el productor si a sus animales les es aplicado un medicamento, cuyo periodo de retirada sea de un tiempo tal que vaya en desmedro de los intereses económicos del mismo? Por supuesto que si esto ocurre, la leche no podrá ser comercializada hasta tanto no se cumplan con las normativas impuestas, las cuales generalmente son aplicadas por las usinas lácteas, derivando esto en un perjuicio económico importante para el productor.
Ante tal disyuntiva, y con el avance de la industria farmacéutica veterinaria en los últimos años, los laboratorios han llevado a cabo estudios someros sobre los principios activos utilizados, y el mejoramiento de los mismos, introduciendo modificaciones tales, que han solucionado en gran medida este problema. Solo por mencionar algunos, las cefalosporinas son un grupo de drogas que poseen un escaso o nulo periodo de restricción post-aplicación. Esto quiere decir, que la leche producida por la vaca, solo será descartada por un corto tiempo, y en algunos casos, ni siquiera se necesitara descartar, ya que los niveles encontrados en la leche serán nulos. Ejemplos de este grupo de drogas son el Ceftiofur y la Cefalexina, hoy día ampliamente utilizadas en la clínica veterinaria.

OPCIONES PARA EVITAR PROBLEMAS
Una opción para evitar estos problemas, son los tratamientos locales de la glándula mamaria. En este caso existirán varias opciones, por ejemplo: en el caso que se presente mastitis en animales en producción, se idearon pomos de aplicación intramamaria, los cuales pueden ser utilizados con suma tranquilidad, ya que su periodo de retirada solo corresponderá al tiempo de aclarado de la misma glándula. Como alternativa de manejos, se han implementado los denominados “pomos de secado”. Estos son utilizados al terminar el periodo productivo, con el fin de evitar infecciones que el mismo acto del secado de la vaca puede acarrear. Los principios activos utilizados comúnmente en estos productos, son la cloxacilina y la cefalexina, con un margen de seguridad sumamente amplio y de reconocida eficacia contra los diferentes microorganismos comúnmente colonizadores de la glándula mamaria.
En resumen, el mercado internacional es cada día más amplio, y por consiguiente, más exigente en la calidad de los productos por ellos demandados. La apertura de nuevos horizontes comerciales ha llevado al ajuste de técnicas que provean a los mismos de un producto de excelencia. La leche representa una parte esencial en la dieta humana, lo cual lleva a la necesidad de producción de un producto de altísima calidad y aun mayor inocuidad. Para ello, tanto productores, Médicos veterinarios, agrónomos, laboratorios y demás actores de esta cadena, deberán tomar responsabilidades acordes a sus capacidades para obtener un producto de calidad tanto nutritiva y sanitaria.

Epidemiología

La mastitis surge entre 1 y 3% de las mujeres que amamantan a sus hijos

Clasificación

La mastitis puede ser categorizada en cuadros sépticos o infecciosos—por bacterias, virus u hongos—y casos asépticos o inflamatorios. Dependiendo en el momento en que ocurre la mastitis, puede ser clasificadas en mastitis puerperal, usualmente pocos días o semanas después del alumbramiento y en mastitis no-puerperal, en cuyo caso ocurre sin estar asociado a la lactancia. Como toda enfermedad, pueden haber pacientes con episodios agudos, así como con cuadros crónicos.

Terminología

Dependiendo en la apariencia, los síntomas, las asumpciones etiológicos y los hallazgos histopatológicos, se usan una variedad de términos para describir a la mastitis y sus aspectos relacionados:
  • Galactopoiesis: la producción continua de leche materna durante la lactancia;
  • Enfermedad secretora: la secreción anormal del sistema de conductos lactíferos, por lo general es el factor más común en la instalación de una galactoforitis. Las secreciones pueden tener la apariencia de leche o de un fluido luminal apocrino y frecuentemente producen micro-calcificaciones en el seno;
  • Síndrome de retención (o mastitis de retención): la acumulación de secreciones en los ductos, mayormente con inflamación intraductal;
  • Galactostasis: una acumulación similar que el síndrome de retención en la que se sabe que la secreción es leche materna;
  • Galactoforitis: inflamación del sistema de conductos de la glándula mamaria, por lo general como resultado de una enfermedad secretora o un síndrome de retención;
  • Mastitis de células plasmáticas: es la poco frecuente infiltración intraductal y de tejido circunvecinos por células plasmáticas y con frecuencia se abscedan y fistulizan;
  • Ectasia ductal: el ensanchamiento literal de los conductos lactíferos, un hallazgo común en los exámenes de mama al transcurrir la edad de la paciente Aunque se pueden percibir en casos de dolor de mama cíclicos, es más frecuentemente correlacionado con dolor de mama no cíclico. Ciertas investigaciones recientes cuestionan la correlación entre una ectasia ductal y la mastitis.
  • Síndrome de ectasia ductal: en la literatura más antigua, este término se usaba como un sinónimo de mastitis no-puerperal con abscesos de mama recurrentes, flujo del pezón y posiblemente asociado también a condiciones fibroquísticas. Estudios recientes demuestran que la ectasia ductal se relaciona muy remotamente con los síntomas de la mastitis (inflamación, abscesos, etc). El uso de ectasia ductal y del síndrome de ectasia ductal es inconsistente en la literatura;
  • Metaplasia escamosa de ductos lactíferos: son células cuboidales de la capa epitelial de los conductos galactóferos que se han transformado en células epiteliales escamosas no queratinizadas (metaplasia). Presente en muchos casos de abscesos sub-areolares;
  • Absceso subareolar: abscesos por debajo o en proximidad con la areola, mayormente como resultado de galactoforitis;
  • Absceso retroareolar: abscesos más profundos (más cercanos a la caja torácica) que los abscesos sub-areolares y que el sistema de conductos galactóforos;
  • Inflamación periductal (o mastitis periductal): inflamación de tejido infiltrado que rodea los galactóforos, casi sinónimo con un absceso sub-areolar y puede ser que sea usado para describir a la mastitis de células plasmáticas;
  • Fístula: canales finos que drenan la cavidad de un absceso;
  • Enfermedad de Zuska: un absceso peri-areolar asociado con metaplasia escamosa de los galactóforos, relacionado por algunos autores con ciertos flujos del pezón.

Mastitis puerperal

Es causada por el bloqueo de los ductos lácteos—llamados conductos galactóforos—durante la lactación. El cuadro infeccioso, que suele aparecer a las dos a tres semanas después del parto, se caracteriza por manifestaciones que van desde la celulitis hasta la formación de abscesos. Puede causar áreas dolorosas en el seno o la areola y, en los casos más graves, suelen surgir signos de tipo general, como fiebre y escalofríos y otros síntomas gripales. La mastitis puede ser distinguida por simples bloqueos de los conductos por la intensidad del dolor, calor que emana del área afectada, enrojecimiento y fiebre, las cuales no están presentes en los bloqueos ductales. En algunos casos, la fiebre puede llegar a ser de tal severidad que requiera la intervención de antibióticos, por lo general penicilinas o cefalosporinas. Cerca de un 10% de los casos se desarrollarán abscesos que ameriten ser drenados quirúrgicamente.

Tratamiento

Los masajes y la aplicación de calor húmedo sobre el seno antes de la lactación puede contribuir a abrir los conductos de la glándula mamaria. Las compresas frías pueden ser usadas para aliviar el dolor mientras no se esté amamantando, aunque lo apropiado es reducir la cantidad de leche en el seno, por lo que es recomendable que el bebé—o con extractores por la madre misma, si se está tomando antibióticos—no deje de amamantar del seno afectado. Ha habido reportes de que el contenido de leche esté alterado, a veces un tanto más salado y puede que este nuevo sabor de la leche haga que el recién nacido pueda al principio rechazar la lactancia de ese seno.
La presencia de grietas y heridas en los pezones aumentan la probabilidad de una infección. El uso de ropa y vestimentas apretadas, o sostenes de la medida incorrecta pueden causar problemas al comprimir los senos. El organismo infectante más común es la bacteria Staphylococcus aureus y la ruta más probable de atracción del organismo a los senos maternos es la nariz y los dedos del bebé De modo que el limpiar los mocos, en especial líquidos, puede ayudar a prevenir una recurrencia. En los casos más severos puede ser necesaria la interrupción de la lactancia y el uso de medicamentos que supriman la producción de leche materna.

 Prevención

Un estudio ha concluido que el mejoramiento y control del estrés y la fatiga tiene importancia en la prevención de la mastitis

] Mastitis no-puerperal

El término mastitis no-puerperal describe a toda lesión inflamatoria del seno con la excepción del cáncer de mama y condiciones relacionadas con la piel, como la dermatitis o foliculitis. La mayoría de las pacientes con mastitis son mujeres en edades reproductivas, aunque no es infrecuente ver la condición en mujeres mayores de 60 años. La mastitis raramente ocurre en recién nacidos (Mastitis neonatorum) o en niñas antes de la pubertad. En la edad adolescente o justo antes se observa la aparición de la enfermedad, tanto en varones como en mujeres, con síntomas muy leves que tienden a resolverse sin intervención médica.

Síntomas

La mastitis no-puerperal, es decir, donde no ha habido un embarazo reciente o que no ocurre durante la lactancia materna, tiende a ser localizada a una parte específica del seno, a menudo cerca del pezón y la areola y con frecuencia en el lado superior e interno—en dirección a la línea media del cuerpo—del seno. Muy raramente se ve afectado el seno enteramente, y por lo general solo uno de las mamas está afectada. Algunos indicadores de la inflamación en curso, incluyen:
  • Enrojecimiento del área afectada;
  • Dolor localizado;
  • Masa(s) difusas y palpables de variable tamaño;
  • Zonas de calor detectable en comparación con la piel que rodea el área;
  • La intensidad de la inflamación puede repetidamente aumentar y disminuir;
  • Absceso(s).
Los síntomas gripales no son frecuentes en pacientes que no están lactando. Algunas formas de mastitis pueden presentar un absceso sub-areolar, en cuyos casos puede ocasionalmente verse retracción de la areola y otros síntomas en la piel circundante.

Etiología y patogenia

Los casos clínicamente significativos se presentan con inflamaciones en los ductos galactóforos y el sistema lobulillar de la glándula mamaria—llamado galactoforitis—y en algunos casos con inflamación en los tejidos circunvecinos a la glándula.
La estasis o estancamiento secretora es la causa de las mastitis no-puerperales en un 80% de los casos. Las secreciones retenidas de esta manera pueden resultar infectadas o causar inflamación por mecanismos de daño a la composición del túbulo glandular o por fuga de líquido de dichos conductos. Las reacciones autoinmunes a estas secreciones pueden tener un factor causal en ciertos casos.
Cerca de un 25% de los pacientes tienen hiperprolactinemia. También se ha demostrado una co-incidencia significativa entre las entidades fibroquísticas y anomalías de la tiroides. Hasta un 50% de los pacientes tienen una hiperprolactinemia transitoria posiblemente causada por inflamación o el tratamiento de ella, mostrando reservas elevadas de prolactina.
La prolactina, el IGF-1 y el TSH, son factores sistémicos importantes en la galactopoiesis y, aunque su significado en la enfermedad secretora no se ha documentado aún, se ha encontrado que el mecanismo tanto de la galactopoiesis y la enfermedad secretora tienen una cercana relación.
La permeabilidad del epitelio de los conductos y de los alvéolos, es controlada principalmente por uniones finamente reguladas y puede que hayan errores en esa regulación que se asocien con la galactopoiesis y posiblemente con la enfermedad secretora. Estas uniones intercelulares tienen sus mecanismos de control en la periferia sistémica—prolactina, progesterona, glucocorticoides—así como locales—gradientes de presión, TGF-beta, balance osmótico.
El fumar cigarrillos, parece ser un factor importante en la etiología de la metaplasia escamosa de los ductos galactóforos, pues cerca del 90% de las pacientes son fumadoras. Las pacientes que fuman en el presente tienen el peor pronóstico y el mayor índice de recurrencia de abscesos.
Otros trastornos, como la acromegalia puede presentar síntomas similares a la mastitis no-puerperal. La diabetes y otras condiciones que suprimen el sistema inmune pueden ocasionar infecciones del seno y mastitis. Tales condiciones con frecuencia se presentan con inflamación de otros tejidos periféricos y infecciones poco comunes.
El piercing de los pezones presenta un riesgo relacionado con las infecciones bacterianas como consecuencia de la lesión y el estímulo hormonal del procedimiento.
La literatura discute otros mecanismos por el cual se puede presentar estos casos de retención secretora o una predisposición a ellos, entre los cuales están:
  • complicación de una parotiditis
  • enfermedad secretora o galactorrea
  • cambios en la permeabilidad de los ductos galactóforos (síndrome de retención)
  • bloqueo de los conductos galactóforos, por ejemplo por metaplasia escamosa
  • trauma, lesiones
  • irritación mecánica causada por el síndrome de retención o por una condición fibroquística
  • infección
  • reacción autoinmune al fluido luminal

 Tratamiento

El tratamiento es importante basado en la causa, el diagnóstico y cualquier otro trastorno que le acompañe. Los medicamentos que inhiben la prolactina han demostrado ser efectivos incluyendo en la reducción del riesgo de recurrencias. Se usan antibióticos adicional a los inhibidores de la prolactina cuando se está claro de la presencia de una infección. La mastitis granulomatosa tiende a incluir una combinación de inhibidores de la prolactina y esteroides.
Otros tratamientos poco usuales para casos más complejos incluyen el uso local y sistémico de progestinas o progesterona, antidiuréticos, extracto de Vitex agnus castus y Danazol.
Los antiinflamatorios AINES son usados para aliviar los síntomas de la inflamación, sin embargo, se debe considerar de que estos medicamentos afectan la función pituitaria y tienden a incrementar la concentración sanguínea de prolactina e IGF-1.
Se han puesto en prueba variantes de procedimientos quirúrgicos con el fin de reducir el riesgo de abscesos sub-areolares recurrentes. Por ahora, los resultados exitosos son limitados y parece ser preferible mantener el tratamiento tradicional, en lo posible.
Aproximadamente un 30% de los casos desarrollan mastitis crónicas o recurrentes requiriendo tratamiento a largo plazo y en algunos casos de por vida, para inhibir la prolactina.

Tratamiento quirúrgico

Las masas dolorosas que aparecen detrás del complejo pezón-areola son aspirados con una jeringa y el fluido extraído es enviado a citología y a un cultivo para la detección de microorganismos patógenos. Mientras se esperan los resultados, se suele comenzar la terapia antimicrobiana con metronidazole y dicloxacilina. Los antibióticos pueden ser rotados una vez que lleguen los resultados microbiológicos basados en las pruebas de sensitividad. Muchos casos responden favorablemente, mientras que otros con abundante pus requieren tratamiento quirúrgico. En mujeres en edades reproductivas, se prefiere el drenaje simple, pero en casos de infecciones anaeróbicas, la recurrencia suele ser frecuente. En estos casos es probable que se tenga que hacer una resección ductal o de la fístula

Cáncer de mama y la mastitis

El riesgo de por vida de cáncer de mama se reduce considerablemente en mujeres que han estado embarazadas y que hayan lactado. Los episodios de mastitis no parece influenciar el riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, la mastitis puede ocasionar dificultades en el diagnóstico del cáncer de mama y, por lo tanto, en retraso del diagnóstico y tratamiento, lo que puede resultar en un mal pronóstico.
El cáncer de mama y la mastitis pueden aparecer juntos o aparecer uno después del otro. Cualquier síntoma sospechoso que no desaparecen por completo en 5 semanas debe ser investigado por un profesional de salud.
Uno de los tipos de cáncer de los senos que resulta en una tremenda agresión y que la acompaña la mayor mortalidad, se denomina cáncer inflamatorio del seno y presenta síntomas y signos muy similares a la mastitis, por lo que su pronto diagnóstico puede verse retrasado al ser confundido con una mastitis.
MAMITIS O MASTITIS

Es la inflamación total o parte de la ubre o glándula mamaria.

La Mastitis es una enfermedad contagiosa debida al mal manejo del hato en el preordeño, ordeño y postordeño.

Se presenta de dos formas:

Clínica (Aguda-Crónica) y Subclínica.

Se conocen dos tipos: Mastitis primaria causada por muchos agentes infecciosos como:

Bacterias, Streptococus agalactiae, S. dysgalactiae, S. uberis, S. pneumoniae, Staphylococcus aureus, Corynebacterium pyogenes, C. bovis, Pseudomona aeruginosa, Fusobacterium sp, Mycobacterium tuberculosum, Pasterella multocida, E. coli, Micoplasma sp.

La Mastitis secundaria se presenta en el transcurso de enfermedades infecciosas como Brucellosis, Fiebre Aftosa, etc., e infecciones causadas por Hongos , Levaduras y traumatismos.

Síntomas:

Dependiendo del agente causal y resistencia al tejido mamario, puede haber o no alteraciones en el tejido glandular, por lo que el diagnóstico está sujeto hoy en día a diversas pruebas indirectas. Se presenta desde una inflamación aguda hasta fibrosis y toxemias graves.

La Mastitis Clínica se caracteriza por los cambios visibles en la ubre y en la leche.
Manifestaciones Agudas con inflamación de la ubre se torna dura, dolorosa y caliente, la leche con aspecto purulenta o sanguinolenta. Crónica, cuando no es bien tratada la forma aguda, el tejido glandular de la ubre es reemplazado por tejido fibroso. Inicialmente la leche se nota con grumos, en los días siguientes estos se van haciendo más grandes hasta obstruir por completo el canal del pezón.

El cuarto afectado esta ligeramente hinchado, caliente y muy sensible.

Mas tarde, al cabo de unos cuatro días, es difícil ordeñar el cuarto enfermo porque el canal del pezón se encuentra tapado completamente por masas gaseosas de color amarillento o rojizo.

A medida que la enfermedad avanza se pueden infectar mecánicamente por el ordeñador los cuartos restantes produciendo fiebre y malestar general y no es raro que se presente una septicemia (paso de los microbios a la sangre) que determina rápidamente la muerte de la vaca enferma.

Control:

Un programa eficaz puede ser disminuyendo la duración de la infección tratando todos los cuartos de todas la vacas en período seco, tratar los casos clínicos a medida que se presentan y descubrir los casos clínicos crónicos.

Y reducir el índice de infecciones nuevas lavando los pezones después de cada ordeño, mantener el equipo de ordeño limpio antes y después del ordeño, lavar ubres antes y después de cada ordeño. Las ubres de los animales deben lavarse para evitar el barro y las heces fecales.

El ordeñador debe tener las manos limpias.

Tratamiento:
La forma Clínica Aguda debe ser tratada con antibiótico del tipo de la Penicilina, Estreptomicina, VICARPEN o Espiromicina UNIMAST, aplicado por vía intramuscular y repetir la aplicación a las 24 horas, si es necesario; completar el tratamiento con un ordeñado profundo y aplicar o frotar simultáneamente la ubre con POMADA SOCOMVESA.

Según su gravedad por tres a cuatro días seguidos, debe hacerse énfasis en el aseo y vaciado previo de cada cuarto, antes del tratamiento.

En la forma crónica inyectar intramamariamente durante 3 días seguidos.

OXITETRACICLINA, VICARPEN, PANAMICINA L.A o UNIMAST en dosis de 10 ml y secar el cuarto afectado.

Si la vaca sufre de fiebre, es necesario aplicar en dosis altas VICARPEN, PANAMICINA L.A u OXITETRACICLINA asociada con antinflamatorio antiprostaglandínico como el FADYNE A4 vía intramuscular, durante 2 días.

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